La normalización ha estado presente desde la cotidianidad de los seres humanos. Esta actividad ha respondido a los avances de la ciencia, así como a las necesidades económicas, políticas, sociales y culturales de las sociedades en cada contexto histórico.
Desde el calendario Maya hasta 1120 DC, en que el rey Enrique I de Inglaterra instituyó como unidad de medida al “codo”, se intentó normalizar al tiempo y al espacio. Con la transformación de las sociedades y los cambios en los métodos de producción que trajo el boom de la Revolución industrial a mediados del siglo XVIII, empezó lo que podríamos relacionar a la normalización como hoy la conocemos. La producción en masa, la división del trabajo, la expansión de los capitales, la búsqueda de la calidad y la innovación impulsaron a la creación de normas técnicas que avalen estos objetivos e instituciones que trabajen en ello.
En este sentido, la creación de organismos internacionales se hizo una prioridad. En los Estados Unidos, a partir de 1906 se creó la “International Electrotechnical Commission (IEC)”, organismo encargado de la normalización electrotécnica (IEC, 2016) . En 1926, ISO empezó su trabajo de normalización internacional como “International Federation of the National Standardizing Associations (ISA)” (Martincic, 1997) y en 1947 se constituyó como ISO con 65 delegados de 25 países. Otro de los organismos importantes, relacionado a las normas técnicas del sector de alimentos, es el CODEX ALIMENTARIUS, que “con el apoyo de la OMS, la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE), la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y el Consejo del Codex Alimentarius Europaeus, la Conferencia de la FAO establece el Codex Alimentarius y decide crear un programa internacional sobre normas alimentarias” (FAO) .
En el Ecuador, las décadas de sesenta y setenta fueron el inicio de la industrialización. El boom petrolero abrió una puerta de oportunidades para la creación de las industrias nacionales, la producción de materias, el procesamiento industrializado de alimentos, y varias políticas nacionales como la Ley de reforma agraria. Uno de los sectores que tuvo un impulso importante fue el de la construcción, el crecimiento urbano acelerado de las principales ciudades, como Quito y Guayaquil, además del desarrollo de la infraestructura necesaria para la comercialización del petróleo, dio un salto a la modernización del país.
En este contexto, se creó el Instituto Ecuatoriano de Normalización –INEN – como la “entidad nacional encargada de formular las normas técnicas que definan las características de materiales, productos, intermedios y productos terminados que se comercialicen en el Ecuador, así como los métodos de ensayo, inspección, análisis, medida, clasificación y denominación de aquellos materiales y productos” (Decreto no. 357, 1970) , además de emitir certificados de conformidad.
Actualmente las actividades del INEN, como uno de los ejes fundamentales del Sistema Ecuatoriano de la Calidad, se concentran en la Normalización, Reglamentación, Validación, Certificación y Metrología. El trabajo de Normalización, desde su creación, funciona conjuntamente con organismos de normalización internacional, regional, subregional, nacional de asociación y empresa, como ISO, IEC, CODEX ALIMENTARIUS, COPANT, CAN, AENOR, ABNT, ASTM, entre otros.
Este breve recorrido muestra un conjunto de contextos históricos en los cuales las normas técnicas son un apoyo importante para el desarrollo económico, social y cultural de los seres humanos.
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